D Series 700
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Caso Práctico: Achilleus Security

Entrevistamos a Mario García, director general de Achilleus Security, sobre algunos de los retos a los que se enfrentan en su sector y sobre cómo las cámaras corporales están marcando la diferencia.

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Copriamo una serie di impianti sportivi in tutta Londra, tra cui Wembley, QPR, AFC Wimbledon, Charlton Athletic e London Stadium, e i principali problemi che affrontiamo sono i comportamenti antisociali, le violazioni di regolamento e la salute e la sicurezza.

Mario Garcia Consigliere Delegato

“Trabajamos en varios de recintos deportivos de Londres, incluidos el Estadio de Wembley, el Estadio de Londres y el estadio de los clubes QPR, AFC Wimbledon y Charlton Athletic. Los principales problemas de los que nos ocupamos son el comportamiento antisocial y las infracciones del reglamento interno, así como la salud y la seguridad, explicó García.


El fútbol es un deporte que levanta pasiones. Muchas de las cosas que vemos y oímos son palabras malsonantes y comportamientos antisociales que derivan en agresiones y, a veces, desembocan en violencia, sobre todo hacia nosotros, los jugadores, los directivos y los agentes de policía. Llevo 32 años en el sector y he sido un fanático del fútbol toda mi vida. En mi opinión, se ha producido un aumento constante de este tipo de comportamientos y, en la actualidad, podemos ser testigos de muchos más casos de los que hemos visto hasta ahora. También hemos sido testigos de varios casos de abusos raciales y delitos de odio. De hecho, nuestro equipo estuvo presente cuando se denunciaron presuntos abusos raciales en el reciente partido del Haringey Borough FC contra el Yeovil Town FC, por lo que disponer de herramientas de calidad para la recopilación de pruebas es vital como parte de nuestro trabajo en el sector de la seguridad y la vigilancia.

Tenemos que intervenir para resolver conflictos o situaciones de comportamiento antisocial. Y esto suele provocar lo siguiente: nuestra intervención reduce el problema con buenas palabras o lo agrava fácilmente. Hay gente a la que le molesta que le digan lo que no debe hacer o que le hagan responsable de su comportamiento. En muchas ocasiones, suele ser nuestra palabra contra la suya, por lo que este tipo de tecnología supone un cambio de las reglas del juego a nuestro favor. Si una interacción tiene como resultado la expulsión o el uso físico de la fuerza, el riesgo de lesiones o daños y acusaciones, tanto para nuestros agentes de seguridad como para el agresor, aumenta drásticamente, por lo que siempre es el último recurso y no es algo a lo que recurramos rápidamente. Por lo tanto, disponer de este tipo de tecnología es una necesidad absoluta para nosotros. ¡En general, la gente suele comportarse correctamente y solo quiere disfrutar de un partido de fútbol o de un evento. Pero, desgraciadamente, las acciones de unos pocos pueden perjudicar a la mayoría. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de identificar correctamente a las personas que pueden causar problemas, intervenir de forma apropiada y expulsarlas del recinto, si es necesario». García explica que, «como aficionado al fútbol, veo y comprendo lo apasionados que pueden llegar a ser los aficionados y también cómo, en determinadas situaciones, la pasión se desborda y muchos de ellos pueden llegar a comportarse de una manera diferente a la habitual. Debemos garantizar que todos los espectadores, independientemente de su edad, disfruten del partido y que las personas que causan problemas sean identificadas y se les aplique la sanción correspondiente.


¿Cómo ha cambiado la situación gracias a las cámaras corporales?


Si dependiera de mí y pudiéramos financiar el gasto, todos los miembros de mi equipo tendrían una cámara corporal. Según nuestra amplia experiencia, son una herramienta que ayuda a frenar, registrar e identificar comportamientos e incidentes. Cuando las personas se ven a sí mismas en la pantalla frontal, pueden pasar de un comportamiento emocional extremo a ser obedientes y amables en un segundo, lo que a veces puede ser suficiente para ayudarnos a resolver los problemas. En los casos en los que el individuo se niega a obedecer y hay que seguir hablando con él o expulsarlo del recinto, las cámaras proporcionan pruebas de la interacción, lo que nos beneficia a ambos.


Nos transmite una sensación de confianza al tratar con estas personas, porque sabemos que podremos justificar nuestras acciones con pruebas sólidas. Hemos tenido clientes que han presentado quejas y denuncias contra miembros de nuestro equipo implicados en incidentes, pero las cámaras corporales pueden ayudar a probar o refutar cualquier cuestión que surja y permitirnos tomar las medidas necesarias con total confianza. También hemos comprobado que, desde que utilizamos las cámaras corporales, el rendimiento de los miembros de nuestro equipo ha mejorado, ya que, en muchas ocasiones, pueden encontrarse solos dentro de un recinto o estadio.


Como resultado, se sienten más protegidos a la hora de tratar con los clientes y resolver incidentes puesto que saben que no será su palabra contra la de las personas con las que están tratando. Del mismo modo, creemos que las cámaras protegen tanto al cliente como a nuestro personal, ya que garantizan un trato correcto y adecuado del que podemos responsabilizarnos en caso de que consideren que han sido tratados de forma injusta o, posiblemente, ilegal. Este tipo de tecnología no es algo que se deba temer, sino que nos beneficia a todos en caso de necesidad. La Asociación de Aficionados al Fútbol fomenta el uso de cámaras corporales cuando se utilizan de forma adecuada porque nos hacen más abiertos y transparentes. Desde el momento en que asigno una cámara a un agente, se demuestra nuestra profesionalidad, porque lo que hacemos está sujeto a escrutinio y revisión. Pero, desde mi punto de vista, eso es una gran satisfacción: si hace que los aficionados y los clientes confíen más en lo que hacemos y mejora la percepción que tiene el público de nosotros, todos salimos ganando. Las cámaras corporales están, sin duda, obteniendo una recompensa en términos de rentabilidad. Si comparamos el coste de una denuncia contra nuestro personal, el negocio de nuestros clientes o un miembro del equipo en lo que respecta a la reputación o a los gastos legales frente a la inversión realizada en cámaras, no hay duda de que es una decisión acertada. Sin duda, nos hemos beneficiado de una gestión más rápida, más profesional y más decisiva de las denuncias, por lo que el ahorro es considerable.