El concejal de Seguridad, Josué Íñiguez, indicó que el uso de las videocámaras ofrece una doble garantía: por un lado, ofrece seguridad a los agentes ante casos de denuncias falsas; y, por otra parte, garantiza que los ciudadanos reciban un trato adecuado por parte de los policías en los momentos en que éstos tienen que emplear la fuerza para prestar su servicio.
La jefa de la Policía Local, Delia Martín, explicó que las primeras cámaras se destinarán al Grupo Operativo de Intervención y Apoyo-Unidad Especial, debido al gran número de intervenciones que realiza en materia de seguridad ciudadana, y luego a los patrulleros. «Las grabaciones deben estar vinculadas siempre a un atestado», aclaró, « no se trata de ir grabando por la calle sino solo en aquellos casos en los que se produce la comisión de un delito«.